El Ministerio de Economía (MINEC) está impulsando desde hace varios meses una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) para el sector minero del país. Diferentes organizaciones sociales, ambientales, académicas, etc., que rechazamos esta actividad extractiva hemos sido convocadas a participar en la construcción de esta política pública. Así mismo, en repetidas ocasiones, hemos denunciado públicamente las serias deficiencias de las que adolece este proceso de construcción política minera.
En esta misma línea, reprobamos que personeros de la empresa minera Pacific Rim pretendan deslegitimar el conocimiento de la gente diciendo que su oposición es únicamente ideológica. No puede existir una verdadera Evaluación Ambiental Estratégica si solo piensa en opiniones de especialistas y se olvida de la experiencia negativa que las personas han tenido y están teniendo con los proyectos mineros. Deben diseñarse, por ende, canales y medios de consulta adecuados y representativos que puedan captar las razones por las que la gente está tremendamente descontenta con la posibilidad de que haya minería metálica en su suelo. Al descontento de la gente no hay que tenerle miedo si lo que en realidad se busca es comprender sus motivos.
Si no se diseñan los mecanismos adecuados de consulta, seguirá siendo evidenciado que a la empresa consultora que ejecuta la EAE y, consecuentemente al MINEC, les interesa la opinión de escritorio y bolígrafo únicamente. Seguirá sucediendo lo que pasó hace poco en Ilobasco, Cabañas, donde hay proyectos mineros en perspectiva: El taller de la EAE fue suspendido porque no estaba previsto que las comunidades se presentaran para expresar su rechazo. Efectivamente, lo hicieron de forma masiva, pero que no olviden los señores consultores, que la amenaza también es masiva.
Algunas organizaciones sociales que participan en la Mesa Nacional de la Minería Metálica han asistido a los talleres y consultas de la EAE y han visto que los argumentos en rechazo a la minería son sistemáticamente anulados o desacreditados en los informes finales de cada sesión. Las memorias de los talleres no hablan nada, por ejemplo, de nuestros planteamientos respecto a la construcción de una alternativa de desarrollo a partir de los aportes de la población que reactive la producción agrícola, la ganadería, la piscicultura, una política de Soberanía Alimentaria, etc. Los únicos escenarios posibles según esos informes son el provecho economicista de la minería metálica y en ningún momento se considera la prohibición, únicamente su regulación.
Esto es inaceptable y constituye una muestra de irrespeto hacia la validez de los conocimientos acumulados tras años de trabajo sobre las enormes desventajas de la minería metálica. Cabe la pregunta: Si eliminan y censuran nuestros comentarios y aportes ¿Cuál es el sentido de estos talleres y las consultas? ¿Cuál es el sentido de compartir experiencias y conocimientos si no hay compromisos ni siquiera para tomarlos en cuenta? Pareciera, pues, que solo se busca hacer la fachada de un proceso participativo.
Si la Evaluación Ambiental Estratégica busca que digamos cuál es la forma en que debe hacerse minería en El Salvador para que sea amigable con el medioambiente, nosotros respondemos enfáticamente que el único camino es la prohibición absoluta de minería metálica. Es falso, como señalan los documentos oficiales, que veamos en la EAE la oportunidad para fortalecer el marco jurídico e institucional del país en términos de que se producirá una política ambiental responsable. Somos enfáticos en decir que no hay garantías de ningún tipo con la minería metálica y que no puede haber desarrollo equitativo sin sustentabilidad ambiental.
San Salvador, 29 de junio de 2011
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