La Mesa Nacional frente a la Minería Metálica se solidariza con la emisora comunitaria Radio Juventud ante los atropellos sufridos recientemente por parte de fuerzas de seguridad del Estado. Estos hechos, juntos con los sufridos por Radio Victoria en Cabañas, son muestra de la vulnerabilidad a la que estan expuestos los proyectos participativos de las comunidades salvadoreñas. El llamado es para el Estado, que garantice el bienestar de todas y todos en este país y para que garantice las condiciones para la participación y la inclusión ciudadana en todas sus dimensiones.
Condenable agresión contra la radiodifusión comunitaria*
El viernes de la semana pasada, Radio Juventud, emisora socia de ARPAS, fue víctima de atropellos cometidos por elementos de la Policía Nacional Civil y del Ejército, quienes irrumpieron el local de la radio sin una orden judicial y actuando con violencia a pesar de no encontrar resistencia alguna.
La Radio Juventud pertenece a la Asociación de Proyectos Comunales de El Salvador (PROCOMES), y está ubicada en las instalaciones del Centro de Capacitación para el Desarrollo Local y las Economías Solidarias.
Los policías y soldados rompieron un cerco metálico y golpearon fuertemente un portón, a pesar de la cooperación que ofrecía el personal de PROCOMES.
Al ingresar al centro de capacitación, los agentes policiales y de la Fuerza Armada encañonaron al personal y registraron todo lo que había en el lugar, aduciendo que tenían información de que ahí se escondían armas y se protegía a delincuentes. Horas más tarde, otra propiedad de PROCOMES fue cateada y capturado uno de sus vigilantes.
PROCOMES es una ONG de desarrollo local que incluye entre sus prioridades la prevención de la violencia y la generación de oportunidades para jóvenes excluido; y consecuente con esto, Radio Juventud es una emisora que abre sus puertas a muchos jóvenes.
Desde este espacio editorial condenamos esta agresión contra Radio Juventud y acompañaremos las acciones legales que PROCOMES impulse a fin de que este atropello no quede impune.
Es lamentable que emisoras comunitarias sean víctimas de actos de violencia. Además de Radio Juventud, otras dos emisoras socias de ARPAS son víctimas de violencia.
Una de ellas es Radio Tazumal, ubicada en la ciudad de Chalchuapa. El personal de esta emisora es, desde hace un par de años, víctima de amenazas, extorsiones y permanente acoso pandilleril; y en diciembre del año pasado, un joven miembro del colectivo radiofónico fue asesinado. Y hasta hoy, no se conocen resultados de investigaciones fiscales ni policiales.
Y la otra radio de ARPAS, víctima de violencia es, desde luego, Radio Victoria. Varios miembros de esta emisora han sido amenazados de muerte, debido a su labor informativa sobre los problemas de Cabañas y a la postura editorial de la radio en contra de los proyectos mineros.
Sirva entonces, este editorial, para alzar la voz contra todos los actos de violencia que sufren compañeras y compañeros miembros de radios comunitarias.
Demandamos protección efectiva por parte de las autoridades estatales y exigimos investigaciones fiscales y policiales eficaces sobre los actos de violencia, especialmente de aquellos que buscan intimidar y silenciar nuestras radios.
Porque éstos no sólo son crímenes que atentan contra la seguridad, la integridad y la vida de los comunicadores comunitarios; sino que también son crímenes contra toda la población, porque –como hemos dicho en editoriales anteriores– atentan contra la libertad de expresión, vulneran el derecho a la información y atentan contra el derecho a la comunicación de todas las personas*Editorial ARPAS. Lunes 04 de julio.
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