Las empresas mineras se coordinan con los embajadores de sus países de origen para comprar a funcionarios y arremeter contra las organizaciones que rechazan sus proyectos, según información de Wikileaks publicada en el periódico británico The Guardian y reproducida por los diarios peruanos.
El cable 38881 del sitio web del célebre periodista Julian Assange revela que el 11 de agosto de 2005 los embajadores de Estados Unidos y Canadá en Perú, junto al cónsul australiano y el oficial de inversiones y comercio de la embajada británica, se reunieron con representantes de las transnacionales Newmont, BHP Billiton, Barrick Gold y otras mineras estadounidenses, canadiense, australianas e inglesas.
El propósito de la cita fue acordar medidas contra las ONGs y comunidades opositoras a las actividades mineras, según un reporte del entonces embajador estadounidense en Lima, James Curtis Struble, fechado 19 de agosto de 2005. Dicho informe revela que organizaciones como Oxfam América y Amigos de la Tierra destacan como objetivos de la embestida de las compañías extractivas.
Uno de los acuerdos del encuentro de representantes mineros y diplomáticos fue reunirse con el gobierno y la jerarquía católica para pedirles, entre otras cosas, retirar de los territorios mineros a los maestros y sacerdotes que promueven la resistencia comunitaria contra la explotación minera.
En Perú, la noticia causa revuelo porque el reporte presenta al entonces jefe de gabinete del gobierno de Alejandro Toledo, Pedro Pablo Kuczynski, como hombre de confianza de las compañías extractivas. Este político, de descendencia alemana y también nacionalizado estadounidense, es candidato fuerte en las elecciones presidenciales de Perú, a realizarse el 10 de abril de este año.
Como resultado de las gestiones acordadas en la reunión de mineros y embajadores, hubo ataques contra sacerdotes, persecución judicial a líderes comunitarios, hostigamientos a miembros de organizaciones ambientalistas, promoción de la minería en los medios y actitud pro minera de Kuczynski y demás funcionarios del ex presidente Toledo.
Sobre la relación de Pacific Rim y Commerce Group con diplomáticos de Estados Unidos y Canadá, Wikileaks aún no ha filtrado cables. Pero hay, al menos, dos evidencias al respecto.
Una es la declaración de la propia embajadora de Canadá, Claire A. Paulin, donde admite su apoyo a las tenebrosas empresas mineras. “El gobierno de mi país ha demostrado mucho interés hacia los retos asociados al desarrollo del sector extractivo en El Salvador y en otras partes del mundo”, dice en una carta enviada a la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica.
La misiva de Paulin, fechada 29 de julio de 2010, responde a una nota que representantes de la Mesa le entregaron el 22 de junio del mismo año, en la que le solicitan abstenerse de favorecer a Pacific Rim y demás mineras canadiense en el país y suspender las negociaciones del tratado de libre comercio de los países del CA4 con Canadá que favorecería a las inversiones mineras.
Y la segunda es el apoyo de Estados Unidos a Pacific Rim, permitiéndole establecerse en el estado de Nevada para activar mecanismos del CAFTA-DR en su demanda contra el gobierno salvadoreño.
En el artículo “Complicidad estadounidense” (Diario Co Latino 8/09/10), la Mesa denunció el respaldo de Washington a Pacific Rim y Commerce Group. Pero hasta hoy, la embajada de la Casa Blanca en el país guarda silencio.
*Equipo de comunicaciones de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica.
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