Consecuente con su postura de rechazo a la extracción de metales, la Iglesia Católica pidió a la Asamblea Legislativa aprobar una Ley que prohíba esta nociva industria, tal como lo demandan las comunidades y organizaciones de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica.
El llamado al Parlamento lo hizo Monseñor José Luis Escobar Alas en su conferencia de prensa del pasado domingo 10 de octubre. “Como Iglesia le pedimos a los diputados que pronto promulguen la Ley (prohibitiva de la minería), que escuchen el clamor de la gente”, expresó el Arzobispo de San Salvador.
El jerarca religioso argumentó que los daños de la extracción de metales son irreversibles, por lo que la mayoría de la población rechaza esos tenebrosos proyectos. “Al hacer una encuesta se darán cuenta de que la gran mayoría de la población se opone a la explotación minera en el país”, declaró.
La solicitud de Monseñor Escobar Alas surge justo cuando la Comisión de Medioambiente y Cambio Climático de la Asamblea Legislativa discute la propuesta de Ley que prohíba la minería metálica y regule adecuadamente la minería no metálica, presentada hace tres años.
Dicha instancia parlamentaria escuchó hace tres semanas los argumentos de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, y ayer recibió a los titulares del Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales para conocer los suyos.
La petición del Arzobispo capitalino es consecuente con la postura antiminera expresada por la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) planteada en su pronunciamiento “Cuidemos la Casa de Todos”, publicado el 3 de mayo de 2007.
Por esta posición valiente, la CEDES fue víctima de vejámenes de Pacific Rim, empresa canadiense que ahora demanda al país en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias sobre Inversiones (CIADI) por negarle el permiso de explotación de la mina El Dorado, en San Isidro (Cabañas).
Esta compañía minera enviaba a grupos de supuestos trabajadores a apostarse frente a Catedral Metropolita para insultar a Monseñor Fernando Sáenz Lacalle, a quien reclamaban por su digna postura de defensa del medioambiente y la vida.
La jerarquía católica también ha levantado su voz contra la minería transfronteriza, específicamente contra la mina Cerro Blanco, ubicada en Jutiapa (Guatemala), la cual podría contaminar el Lago de Guija y el Río Lempa.
Ojalá el llamado de Monseñor Escobar Alas acelere la aprobación de la Ley contra la minería, y provoque la discusión de otras normativas ambientales urgentes: Ley General de Agua, Ley del Subsector de Agua Potable y Saneamiento, Ley de Desarrollo y Ordenamiento Territorial, reformas a la Ley de Protección Civil, entre otras.
El Arzobispo de San Salvador también debería exigir la aprobación de la Ley de Medicamentos, Ley de Desarme, Ley de Partidos Políticos, Ley Transparencia y Acceso a la Información Pública y Ley de Convivencia Pacífica.
Todas las instituciones y sectores nacionales que, en distintos momentos, se han manifestado en contra de los proyectos mineros, deben ser consecuentes con dicha postura y seguir el ejemplo de Monseñor Escobar Alas: exigir al Parlamento la pronta aprobación de una Ley que prohíba la minería metálica.
*Equipo de comunicaciones de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica.
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